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Derivas Liminales: #5 Parar para empezar

Una de las cosas que más nos gustan de la práctica de la deriva es que nos permite conseguir un extrañamiento de la mirada cuando recorremos el espacio, de tal manera que aunque pasemos por paisajes que reconocemos como propios y cotidianos podemos mirarlos como si nunca hubiéramos estado allí, abriendo así nuestro paseo a todo un abanico de posibilidades, de nuevas experiencias y percepciones que transformarán nuestra imagen del entorno de forma definitiva.

En esta ocasión el poder cruzar miradas con las compañeras de Territorio Tolosa, nos permitió compartir impresiones con personas que, aun sin conocer Madrid, podían identificar muchas inercias y problemáticas que se repiten en su lugar de origen.

Empezamos nuestro recorrido precisamente en un lugar que marca los paisajes de Madrid y de Tolosa, porque con la estación de Delicias nos acercábamos al origen de la red de ferrocarriles de la ciudad, que fue uno de los elementos determinantes para su gran expansión entre finales del XIX y principios del XX. En la actualidad las vías siguen marcando los territorios circundantes a modo de fronteras, exactamente tal y como ocurre en el barrio de Tolosa.

Territorio Tolosa propuso iniciar nuestra deriva parando, parando a escuchar algunas lecturas que compartieron con el grupo y abrieron nuestra percepción para mirar esa ciudad que nunca parece detenerse, buscando generar preguntas sobre nuestras posibles vías de fuga, ¿podemos escapar del ritmo sin fin de la ciudad?

Así emprendimos el camino, pero siempre con la idea de parar en nuestra cabeza, parar para observar, para apropiarnos del paisaje… De esta forma caminamos sobre vías muertas, transitamos parques desiertos donde todo el vecindario se concentraba en un pequeño espacio marcado por el color y los juegos infantiles, pudimos observar fronteras urbanas y la desigualdad que implican y terminamos haciendo un picnic en el que compartimos nuestras impresiones a través de un mapa que fuimos elaborando en conjunto a lo largo del paseo.

Y es que en esta ocasión, siguiendo los intereses compartidos con Territorio Tolosa, el parar y observar venía acompañado de una experimentación con la idea del mapeo, buscando un registro de los lugares transitados filtrado por las impresiones subjetivas de cada caminante. Así, durante la deriva nos convertimos en cartógrafos del momento presente y recogimos nuestra experiencia a través de tarjetas con las que finalmente compusimos un particular mosaico de sensaciones y miradas al espacio.

Como creemos que después de todo ese es el mejor relato que podíamos dejaros de este paseo, aquí van algunos de los retazos de este mapa de impresiones que podéis consultar al completo aquí.

Sin duda, ha sido tremendamente enriquecedor cruzar prácticas con otros colectivos que trabajan con la idea de caminar como vía para generar otras miradas y realidades, y estamos deseando volver a cruzarnos con nuevas iniciativas que nos ayuden a seguir creciendo y redescubriendo la ciudad. ¡Gracias a Territorio Tolosa y a todxs los que nos acompañastéis!

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