Arturo Barea fue uno de los miles de exiliados que, con motivo de la Guerra Civil, tuvieron que abandonar el país para no regresar jamás. La imposibilidad de ese regreso despertó la necesidad de rememorar los espacios de la ciudad que le vio crecer, especialmente de su barrio, Lavapiés. Esta necesidad de recordar tenía un doble objetivo, por un lado luchar contra el olvido, y por otro intentar comprender las causas que condujeron a su país y a su pueblo al horror de la guerra. Sus recuerdos de Madrid se materializarán en su obra más aclamada, la trilogía La forja de un rebelde.
Son muchas las voces que han reclamado el reconocimiento de Barea como figura literaria y la necesidad de un homenaje a su vida y obra. Hoy podemos celebrar que finalmente el Ayuntamiento de Madrid ha decidido dar su nombre a una de las plazas de Lavapiés gracias a la iniciativa ciudadana que impulsaron William Chislett, Isabel Fernández y Yolanda Sánchez.
Con motivo de este reconocimiento la Junta de Distrito Centro y La Liminal hemos programado una serie de recorridos urbanos y talleres durante los meses de diciembre y enero.
Con esta actividad os proponemos un recorrido por el barrio de Lavapiés en el que pasearemos sus calles a través de los recuerdos que Arturo Barea narra en La forja de un rebelde. Su vida cotidiana, sus juegos, las profesiones que primaban en el barrio, las condiciones de vida, las desigualdades sociales del Madrid de la época, serán algunos de los temas tratados.
El recorrido culminará en una sesión de taller en la que os propondremos debatir sobre qué personajes y acontecimientos deberían ser señalizados en la ciudad, y produciremos en colectivo una placa conmemorativa a la memoria de Arturo Barea que colocaremos en las calles del barrio.
Actividad gratuita, para más información escríbenos a colectivolaliminal@gmail.com
Fechas: Diciembre: 10, 11, 17 y 18 / Enero: 7 y 8
Horario: de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00 horas